Es la estrella de los géisers del parque. Sus aguas suben hasta cuarenta metros, todo un espectáculo. Hasta hace unas décadas hacía erupción puntualmente cada hora (por eso el nombre), ahora, los intervalos llegan a durar hasta 90 minutos, pero se pueden predecir, haciendo más fácil a las hordas de turistas que lo visitan acomodarse y preparar las cámaras antes de cada erupción. Y como en todo buen espectáculo, aplaudir al final.
El furor de ver animales en Yellowstone… en este caso, una manada de lobos que más bien eran unos puntitos en la montaña de enfrente…