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nosotros: semana veintidós
En el MALBA, a través de una pieza de Caros Cruz-Diez
Muito obrigados
Brasil fue inmenso.
Fueron 67 días, 12108 kilómetros.
Brasil fue ni la mitad de Brasil. Un continente.
Brasil fue portugués, brasileño, la bossa nova.
Fue la gente de todos los colores, con el ritmo en la sangre.
Fueron los cuerpos hermosos, la piel.
Fue la mandioca, la farofa, la tapioca, que son la misma cosa.
Fue manejar, manejar y seguir manejando.
Fue el Amazonas, el río inmenso,
Lençois, las dunas interminables,
Iguaçú, el agua desbordada.
Fue la tierra roja, viva.
Fue la playa, las playas, tantas playas.
Fueron muchos ríos y pocas montañas.
Fue Salvador.
Fue el trópico.
Fueron los reencuentros felices;
fueron Phillip, Cybeli y Lucas, y los días de playa con pelota,
fue Laila y la fiesta que vino tan bien,
fueron Silvia, Roberta y María Fernanda,
y el placer del recuento de la vida desde que nos vimos,
fueron June y Lucia y la noche de tesoros con sabor a Tamarindo.
Fue el agua de coco y el açaí na tiguela.
Fue el Chavo del Ocho que se llama Chaves.
Fue el futbol, que se vive y se sueña.
Fue el ciempiés debajo de la almohada.
Fue la gasolina cara.
Fue todo caro.
Fue Chelo, que llegó con música y estrenando un sueño.
Fue Rio de Janeiro, amor a primera vista.
Fue el requeijao cremoso.
Fue la carretera.
Fue el choque.
Fue la religión, las miles de iglesias, de todos tipos;
las tangas por la mañana y las misas por la tarde.
Fue ótimo y muito legal.
Fue arte en un jardín.
Fue la belleza de la complejidad y la contradicción.
Brasil ya fue.
Y ahora Es,
para siempre, en nuestro corazón.
La presa
El día que fuimos a ver las cataratas de Iguaçú, visitamos también la monumental Presa de Itaipú(en guaraní quiere decir piedra que suena), en el río Paraná, que comparten Brasil y Paraguay.
Ahí van unos datos:
El concreto que se utilizó para hacer la presa, alcanzaría para hacer 220 estadios como el Maracaná y el hierro y acero, para hacer 380 torres Eiffel.
El ritmo de construcción de la presa, daba para construir una edificación de 22 pisos cada 50 minutos.
El 75% de la energía generada por la presa abastece el 24% de la energía que consume Brasil y el 25% restante abastece el 95% de la energía que consume Paraguay.
Una presa gigante. Éxito de la ingeniería y del malabarismo geopolítico (fue todo un tema encontrar un acuerdo entre Paraguay, Brasil y Argentina, que comparten el río), su construcción fue muy polémica por todo lo que se llevó de largo y por el cambio climático que generó en la zona (la temperatura se modificó en un promedio de 15º a 20º a partir de su construcción).
Por la mañana habíamos sentido toda la fuerza y libertad del agua en su estado natural. Hermoso, impresionante. Por la tarde, en contraste, la imposición y grandiosidad del hombre domando a la naturaleza, apresándola y encausándola a su servicio. Un paisaje antinatural y masivo, desolado, pero también impresionante.