Íbamos en un camino de grava por la costanera del Golfo San Matías. Casi 200 km sin cruzarnos con nadie. Uno de los caminos más hermosos del viaje hasta ahora. Radiante Patagonia.
Las vimos de lejos y pensamos que eran vacas caminando en fila. Ya cerca nos dimos cuenta de que eran pieles de vaca acomodadas en fila. Creepy Patagonia.