Llegamos a comer a Punta del Este. Nos la dejaron ir, completita… entonces decidimos dar la vuelta en el coche, sin casi bajarnos. Claramente, en el presupuesto de este viaje no entraba Punta del Este, pero por lo menos le vimos la puntita.
Jajaja. Se nota que estuviste a punto de decirlo como más te gustaba la «Punta del d’Este». Menos mal que al final gano la prudencia.
Nosotros Siempre Prudentes