Philipp, Cybeli y Lucas nos recibieron en su casa de Recife en donde dormimos rodeados de los dibujos increíbles de Lucas, que nos prestó su cuarto durante los días que pasamos con ellos. Juntos hicimos dos paseos a playas cercanas, las dos hermosas y pasamos unos días riquísimos de pic-nic gitano junto al mar, con la canasta llena de sándwiches, frutas y huevos duros, la hielera llena de cervezas y todo el kit de juegos que incluía pelota, inflable, raquetas, frisbee, cubeta y rastrillo de arena.
«quesadillas» chiclositas de tapioca rellenas con un suspiro de queso.
La mandioca, también llamada yuca, es un tubérculo de origen tropical que tiene gran valor alimentario. Se cultiva entre otros, en todos los países de Latinoamérica y en Brasil, se come muchísimo, de todas las maneras imaginables, en platillos dulces o salados.
La raíz se ralla en crudo y es prensada para extraer sus jugos tóxicos. Después es secada al fuego o al sol y molida para obtener una harina fina(farinha) de la que se obtiene, por sedimentación, el almidón de mandioca y de este se obtiene la tapioca. Con la farinha se hace la farofa, un acompañamiento tradicional y típico de la cocina brasileña.
Paseando por las calles de Santo Antonio, en el centro de Recife