Llegamos a la Patagonia. Ya se empieza a sentir como que estamos yendo hacia el final del mundo.
Primero venía, luego ya no venía. Al final si vino, felizmente. Nos encontramos en Montevideo y nos fuimos a Cabo Polonio.
Ernesto y Nata nos recibieron en Montevideo. Nos compartieron de su casa, de su mate y del Uruguay con entusiasmo contagioso. El asado quedó pendiente, los estaremos esperando a la vuelta en México para hacerlo en la casa. Eso si no nos encontramos antes en Alaska…
Pasamos la tarde en el Tigre meciéndonos entre la emoción y la placidez. Uno de esos días que se guardan para siempre.
Cinco años de historia juntos. Veintitrés semanas desde que Tacubaya Viaja.