Cuando la piedra pesada y fría se convierte en piedra que acuna al sol en sus concavidades y refleja a la luna en sus prominencias.
Cuando la piedra dura es suave.
Cuando la piedra inerte se acopla entre otras piedras en una danza inmóvil de siglos.
Cuando la piedra silenciosa e indiferente te susurra, escúchala. Y tócala.
La ciudadela desde la cima de la montaña Huayna Picchu
Mantenimiento en el Conjunto de los Morteros
Las Tres Portadas frente a la plaza principal y las montañas cubiertas de nubes
El sol asomándose a la terraza del Intihuatana