Los marcianos llegaron ya,
y en el mar, te quiero mucho más.
Caminando por el alucinante valle de Cocora, nos metimos adentro de una nube.
Y después del desierto, subimos de vuelta. La puna, los lagos de agua fría, las montañas, la nieve. El cielo azul y el aire transparente de los 5000 metros de altura. Y tantas nubes.