Los salmones son peces migratorios anádromos (del Griego: ana que significa arriba). Nacen en ríos de agua fría y dulce donde crecen sus primeros dos años, después bajan al mar, en donde llegan a vivir hasta cinco años y finalmente regresan por el mismo río a contracorriente (recorriendo entre 1,600 y 3,200 km y saltando hasta 3 metros de altura para superar todos los obstáculos del camino) hasta el lugar exacto donde nacieron, ahí ponen y fecundan sus huevos. Justo después se mueren.
Nadie entiende muy bien porqué los salmones hacen lo que hacen, pero en realidad no hace falta. Basta con reconocer el sublime misterio de nadar contra la corriente.
Nieve y glaciar que se hace agua . Fuerza y movimiento que baja por las montañas, corre por los valles, descansa en los lagos y llega al mar. Todo está despierto en el verano, todo brilla, todo florece. Todo se ríe.
Luego llega el sueño inmóvil del invierno y como todo lo demás, el río se detiene y duerme.