Preguntamos cual era el mejor lugar para comer en Otavalo y nos recomendaron Yolanda Yamor. Fuimos enseguida.
Llegamos a un salón con veinte mesas largas con bancas de madera en donde se sirve un solo platillo en versión grande y chico, que incluye:
Fritada de puerco (uno de los platillos más populares en Ecuador)
Granos de maíz tostado
Granos de maíz hervido y reventado (tipo pozolero)
Croquetas asadas de papa
Ensalada (brevísima) de lechuga y jitomate
Empanaditas fritas de banano
Y el especial de la casa; chicha de Yamor para tomar, una bebida fermentada hecha a base de la harina de siete tipos distintos de maíz y panela (piloncillo), que se hace desde época prehispánica para agradecer a la Pachamama por la buena cosecha y que es en sí, un alimento completo.
Pedimos dos platos grandes y una jarrita de Yamor. Todo estaba delicioso y el Yamor sabía rarísimo con tendencia a hacerse adictivo (como vimos en las mesas vecinas).
El restaurante estaba lleno y a las 3 de la tarde cerraron la cortina metálica, porque el festín de carbohidratos ya se había acabado. Por suerte alcanzamos, con suerte no regresaremos.