Llegamos a la Ciudad de México después de 404 días.
El final de un viaje de ida y vuelta (o el principio).
El campo del Estado de México, poco antes de llegar a Atlacomulco. Casi llegando…
La vieja distribuidora Modelo, en el centro de Mazatlán, resisitiéndose a desaparecer.
El tío Manolo nos recibió en su casa de Mazatlán. Mientras comíamos aguachiles gloriosos, hablamos de viajes, de la familia, del pasado y de el sentido de la vida. Una de esas sobre mesas para recordar…