En el pueblo de Baños, yendo de los Andes al Amazonas, frente a la Basílica de la Vírgen del Rosario de Agua Santa. Llegamos a Ecuador.
Sí, en medio de la nada, sí, un monumento poco más que espantoso, como tantos otros, sí, un día nublado, ni frío ni caliente (como aquí todos), pero sí también y sobre todo, EL ECUADOR. Y nosotros, cruzándolo. Un día excepcional.