El Morro National Park, en el desierto de Nuevo México. Estábamos hasta arriba.
Ana y Jabi nos recibieron en su casa los días que esperábamos por el coche. Estuvo buenísimo verlos y la parada nos recargó de energías para la subida. Eso, y el ceviche glorioso de Ana.
En el Bug Ranch, recorriendo la casi extinta Ruta 66.
El tercer encuentro con Carlos y Camila, en su ciudad y su casa, que nos abrieron de todo corazón. Nos despedimos esperando que el siguiente encuentro llegue muy pronto. Donde sea que sea.