Íbamos camino a Mompox por una carretera de tierra lodosa bordeando el río Magdalena. Habíamos atravesado varios riachuelos pequeños pero de pronto llegamos a uno más hondo y caudaloso. Desde el episodio en Los Lípez, entrando a Bolivia, donde nos atascamos en un río por poco más de 24 horas, le tenemos más respeto a los cruces por el agua y este río se veía directamente impasable sin una camioneta 4×4. En esas estábamos cuando se acercó un señor a decirnos que él podía guiarnos por el paso del agua porque había tramos en donde el fondo tenía piedras y se podía circular sin riesgo a que se atascara el coche. Se metió caminando hasta el centro del río (el agua le llegaba poco más arriba de la rodilla) y nos señaló confiado por donde podíamos pasar. Tomamos aire y aceleramos. Cuando estábamos del otro lado, le dimos una propina y le preguntamos que cuánto faltaba para llegar a Mompox. Muy alegre nos contestó que faltaban dos tabacos. Nos quedamos callados pensando por un segundo si tabaco era una unidad de tiempo o de distancia y cuando nos vio la cara de no entender, nos dijo, ahora ya en medio de una risa franca- Sí hombre, lo que tarda uno en fumarse dos tabacos. A los 25 minutos estábamos en Mompox.
Lunes
9:00 horas
2400 m.s.n.m.
Llegamos a la estación de migración y aduana en San Pedro de Atacama. Justo detrás de dos autobuses llenos de turistas. La cola duró como una hora y media. Sellaron nuestro pasaporte, revisaron el coche y nos dieron el visto bueno para salir de Chile (por cuarta y última vez en el viaje).
11:35 horas
4400 m.s.n.m.
Se acabó el asfalto. Empezó la terracería.
11:55 horas
4480 m.s.n.m.
Llegamos a la frontera de Chile con Bolivia en el paso Hito Cajón. No había nadie haciendo cola. No había nadie. Sólo dos funcionarios de migración. Muy amables. Y Ella, una inglesa de 19 años que por problemas con su visa en San Pedro, había perdido el transfer que la llevaría a Uyuni. Nos pidió aventón, le dijimos que sí. Metimos sus cosas en el coche. Nos pusimos el sweater. Sellaron nuestros pasaportes. Preguntamos por el estado del camino a Uyuni porque nuestro coche no es 4×4 y nos dijeron que el camino estaba bien. Entramos a Bolivia.
12:20 horas
4350 m.s.n.m.
Llegamos a la entrada de la Reserva Nacional de la Fauna de los Andes Eduardo Avaroa. No nos cobraron boleto porque el señor que cobra se había ido a comer.
12:35 horas
4350 m.s.n.m.
Pasamos entre la Laguna Verde, que es verde menta y la Laguna Blanca, que es blanca.
13:45 horas
4369 m.s.n.m.
Paramos en la Laguna Chalviri. Habían varias camionetas 4×4 con turistas, una poza de aguas termales y un restaurante con baños. Preguntamos por el estado del camino a Uyuni y nos dijeron que el camino estaba bien y que en la Laguna Colorada (unas horas más adelante) había lugares para dormir. Que entre eso y Uyuni no había nada. Dejamos a los turistas atrás y nos paramos más adelante junto a la laguna para hacer un picnic. Comimos ensalada de pepino y jitomate y pan con jamón y queso. Mientras comíamos, nos pasaron todas las camionetas que habíamos visto poco antes.
15:30 horas
5020 m.s.n.m.
Llegamos a la oficina de aduana en Apacheta. En Apacheta lo único que hay es una mina y una cancha de futbol soccer. El funcionario que nos atendió (el único funcionario de la aduana), jugaba solitario en su computadora mientras llenaba nuestro permiso para circular con el coche por Bolivia. Le preguntamos por el estado del camino a Uyuni y nos dijo que el camino estaba bien. Le preguntamos si alguien jugaba futbol soccer a esa altura. Nos dijo que los mineros y los pastores.
16:15 horas
5080 m.s.n.m.
Llegamos al Sol de Mañana. Vimos vapor a presión salir de la tierra y lodo hirviendo.
16:40 a 18:50 horas
Circulamos por un camino de terracería sin cruzarnos con nadie. El paisaje era impresionante.
19:00 horas
4560 m.s.n.m.
Llegamos a la Laguna Colorada, que es colorada. Apenas antes del atardecer. Vimos cientos de flamencos. Nos enteramos de que no se llaman flamingos, como pensábamos. Decidimos regresar al día siguiente con más luz.
19:20 horas
4600 m.s.n.m.
Vimos camionetas 4×4 a la distancia yendo hacia un caserío. Las seguimos. No era un caserío, eran alojamientos para los turistas que hacen el tour por la zona. Había varias camionetas 4×4 estacionadas. Y nosotros.
19:50 horas
Nos dimos cuenta de que una de las llantas estaba ponchada. Decidimos cambiarla al día siguiente porque ya estaba oscuro.
20:30 horas
Cenamos sopa de fideo y mate de coca. Lo único que había en el menú.
21:40 horas
Nos acostamos en camas individuales de cemento con colchones y cobijas de lana de oveja. Igual nos metimos dentro del sleeping bag.
22:20 horas
Apagaron la planta. Se fue la luz. Nos dormimos.
Martes
01:00 a 05:00 horas
Bajó muchísimo la temperatura, helaba afuera. Adentro casi.
07:15 horas
Ivan salió a cambiar la llanta ponchada.
07:50 horas
Desayunamos mate de coca y galletas. Paramos en la única tiendita a comprar agua y papas. Preguntamos por el estado del camino a Uyuni y nos dijeron que el camino estaba bien.
8:25 horas
4560 m.s.n.m.
Llegamos a la Laguna Colorada otra vez. Vimos flamencos mucho rato. Decidimos (como si eso fuera posible), que esa era nuestra última parada antes de Uyuni. Ella tenía que llegar porque la esperaban desde el día anterior, a mí me dolía un poco la panza y sobre todo, la llanta estaba ponchada y no teníamos otra llanta de refacción.
9:50 horas
4620 m.s.n.m.
Pasamos junto al árbol de piedra, que es una piedra con forma de árbol en medio del desierto. El paisaje era impresionante. Imposible no pararse. Pero ahora sí, esa era la última parada.
10:10 a 12:40 horas
El camino empezó a perderse en la arena y a confundirse con otras pistas hechas por camionetas 4×4 (las únicas que circulan por la región), hasta desaparecer casi por completo. El camino empeoró notablemente. Pensamos que nos habíamos perdido. Apagamos la música. Paramos el coche. Nos bajamos. Cada uno de los tres subió un cerro para ver si veíamos algo. No vimos nada. Más bien, vimos lo mismo al infinito. No era claro cual de los caminos era el principal. Decidimos seguir avanzando por el que subía arriba de uno de los cerros. Al bajar, el camino se puso mucho peor (tierra suelta y piedras grandes). Después el camino se puso mucho, mucho peor (nos metimos por lo que parecía ser un río seco). Ivan manejaba en una especie de trance en donde él y el coche eran uno mismo. Todo se movía, todo pegaba y él gemía y repetía todo el tiempo que no podíamos parar porque si parábamos nos íbamos a quedar atorados en medio de la arena (eso sí, en inglés para que Ella entendiera) Estábamos muy asustados. Pero el susto estaba muy contenido. El paisaje era impresionante.
12:45 horas
Vimos venir un coche. Era una camioneta 4×4. Se paró cuando nos cruzamos con ella y le hicimos señales. Adentro iba un chofer boliviano y seis o siete turistas extranjeros. Oían música electrónica a todo volumen. El chofer traía una paleta de dulce en la boca. Le preguntamos cómo llegar al camino que iba a Uyuni. Sin sacarse la paleta nos dijo que ese era el camino a Uyuni (no estábamos perdidos). Que siguiéramos avanzando por donde él venía y que llegaríamos sin problemas en unas horas. Le preguntamos por el estado del camino a Uyuni y nos dijo que el camino estaba bien. Que teníamos que pasar tres lagunas y llegaríamos a una desviación. Que tomáramos el camino a la derecha para ir hacia Villa Alota. Que a poco antes de llegar a Villa Alota el camino ya era asfaltado. Nos dijo que Villa Alota quedaba a una hora. Nos tranquilizamos.
12:50 horas
El camino se dividió en cuatro pistas. No sabíamos por cuál camino venía la camioneta con al que nos acabábamos de cruzar. Nos fuimos por el que parecía más usado. Seguían la tierra suelta, seguían las piedras grandes, seguía el trance de Ivan y el susto contenido de los tres. El paisaje era impresionante.
13:05 horas
Pasamos la primera laguna. Se llama Honda.
13:20 horas
Vimos venir un coche. Era una camioneta 4×4. Se paró cuando nos cruzamos con ella y le hicimos señales. Adentro iba un chofer boliviano y seis o siete turistas extranjeros. Oían música pop a todo volumen. Le preguntamos si íbamos por el camino que iba a Uyuni. Nos dijo que sí. Le preguntamos por el estado del camino a Uyuni y nos dijo que el camino estaba bien. Le preguntamos cuánto faltaba para Villa Alota. Nos dijo que una hora.
13:30 horas
Pasamos la segunda laguna. Se llama Chiarkota.
14:00 horas
Vimos venir un coche. Era una camioneta 4×4. Se paró cuando nos cruzamos con ella y le hicimos señales. Adentro iba un chofer boliviano y seis o siete turistas extranjeros. Oían rock a todo volumen. Le preguntamos si íbamos por el camino que iba a Uyuni. Nos dijo que sí. Le preguntamos por el estado del camino a Uyuni y nos dijo que el camino estaba bien. Le preguntamos cuánto faltaba para Villa Alota. Nos dijo que una hora. Nos dijo que en la siguiente Laguna había un hotel.
14:25 horas
4532 m.s.n.m.
Llegamos a la tercera laguna. Se llamaba Hedionda. Había flamencos. No les hicimos caso. Había un hotelito. Nos bajamos. No había nadie hospedado (lo estaban reparando), pero funcionaba la cafetería. Preguntamos por el estado del camino a Uyuni y nos dijeron que el camino estaba bien. Preguntamos cuánto faltaba para Villa Alota. Nos dijeron que una hora. Pedimos tres coca-colas. Nos sentamos en una banca junto a la laguna. Hacía sol. La laguna no era hedionda, era hermosa, había flamencos. Las coca-colas estaban bien frías. Pensamos que ya casi llegábamos. Que faltaba algo así como una hora para llegar al asfalto. Que el camino no podía ponerse peor. Nos reímos (lo que hace una vida de ver comerciales de Coca-Cola en donde Todo está bien…). Nos subimos al coche. Arrancamos. Pusimos música.
14:50 horas
4600 m.s.n.m.
EL camino se puso peor. Apagamos la música. Empezó el trance. Se reanudó el susto contenido. El paisaje era impresionante.
15:10 horas
4550 m.s.n.m.
Llegamos al río Corina. Nos bajamos del coche para ver la profundidad y calcular por dónde podíamos pasar. Parecía que podíamos pasar. Nos subimos al coche. Tomamos vuelo. Nos metimos al río. Se atascó el coche. No pudimos pasar. Apagamos el coche. Nos bajamos.
15:15 a 17:10 horas
Tratamos de sacar el coche del río de todas formas posibles. No pudimos.
17:20 a 19:15 horas
Ella y yo caminamos a una construcción que habíamos visto en el camino poco antes de llegar al río. Ivan se quedó en el río por si alguien pasaba y nos podía ayudar a sacar el coche. Llegamos a la construcción. Era una mina abandonada. No había nadie. Regresamos al río casi al atardecer. Nadie pasó por ahí. El coche seguía dentro del agua. Ivan nos esperaba impaciente.
19:20 horas
Sacamos toda la ropa de las maletas. Nos la pusimos. Nos sentamos en el asiento trasero. Nos metimos en los sleeping bags. Tendimos la tienda de campaña dentro del coche alrededor de nosotros.
20:40 horas
Comimos galletas con paté.
21:15 horas
Apagamos las luces del coche. Medio nos dormimos.
Miércoles
02:30 a 5:30 horas
Afuera del coche helaba. Los vidrios estaban congelados por fuera. Adentro del coche no teníamos frío. Medio dormíamos.
6:30 horas
Nos despertamos. Afuera todo estaba escarchado. Esperamos a que saliera el sol para salir del coche.
7:20 horas
Decidimos caminar hacia Villa Alota. Dejamos casi todo en el coche. Lo cerramos. Cruzamos el río. Nos fuimos caminando.
9:40 horas
Paramos a descansar y a comer unos mazapanes. Vimos venir un coche. Era una camioneta 4×4. Corrimos al camino. Se paró cuando nos cruzamos con ella y le hicimos señales. Adentro iba un chofer boliviano y seis o siete turistas extranjeros. Oían música pop a todo volumen. Le pedimos al chofer si podía sacarnos con su camioneta. Nos dijo que no tenía nada con qué jalarnos. Que tenía que seguir con el tour y que no podía ayudarnos. Los turistas se amotinaron. Se bajaron del coche. Nos dijeron que Villa Alota estaba muy lejos para ir caminando. Decidimos regresar todos juntos al río para tratar de sacar el coche.
10:00 horas
Llegamos de regreso al río. Ahí seguía el coche. Tratamos de sacarlo entre todos. No pudimos. Decidimos que yo siguiera con ellos hasta el hotel de la Laguna Hedionda, donde posiblemente habría más camionetas con turistas y alguna podría tener cadena para sacarnos. O un radio para llamar a Uyuni. Ivan y Ella se quedaron en el coche.
10:30 horas
En la camioneta 4×4, donde el camino casi ni sentía. Oíamos música a todo volumen. Nos cruzamos con otra camioneta llena de turistas. No tenía nada con qué jalarnos. Seguimos el camino hacia el hotel.
11:00 horas
La camioneta con la que me crucé pasó por el río. No sacó el coche pero se llevó a Ella a Uyuni. Su amiga (la que sí se fue en el transfer) la esperaba desde el lunes en la tarde y no tenía noticias de ella desde que la dejó en San pedro de Atacama, arreglando el problema de su visa.
11:10 horas
En la camioneta 4×4, donde el camino casi ni sentía. Oíamos música a todo volumen. Nos cruzamos con otra camioneta llena de turistas. No tenía nada con qué jalarnos. Seguimos el camino hacia el hotel.
11:30 horas
4532 m.s.n.m.
Llegamos al hotel. Había una camioneta. Le pedí al chofer que nos ayudara. Me dijo que sí, por 50 dólares. No tenía nada con qué jalarnos. Se llamaba Juan. Entré al hotel. Les expliqué. Quitaron la ropa del tendedero. Me dieron la cuerda. No tenían nada más. Me subí a la camioneta 4 x4. Fuimos hacia el río.
12:10 horas
Paramos en la mina abandonada para buscar algo con qué jalar el coche. Después de buscar un rato, encontramos un tubo de metal con un gancho en un extremo. Juan dijo que con eso. Fuimos hacia el río.
12:30 horas
4550 m.s.n.m.
Llegamos al río. Ivan y el coche seguían ahí. Todos nos bajamos de la camioneta 4×4. Después de una hora y media, sacamos el coche del río y la camioneta lo jaló para que cruzara sin atorarse otra vez. Les dimos las gracias a los turistas por su ayuda y paciencia. Le dimos las gracias y los 50 dólares a Juan. Nos subimos al coche. Arrancaron. Arrancamos. Los seguimos por el camino.
12:45 horas
Perdimos de vista a la camioneta 4×4 con Juan y los turistas y la música a todo volumen. Íbamos mucho más despacio que ellos y sin música. El camino seguía siendo de tierra suelta y piedras grandes. Empezó el trance. Se reanudó el susto contenido. El paisaje era impresionante.
14:50 horas
Se acabó la terracería. Llegamos al asfalto. Lloramos. Hablamos sin parar de todo lo asustados que habíamos estado cuando estábamos asustados y no lo dijimos. De que el paisaje era impresionante. Y de que casi no tomamos fotos. Olíamos a río. Dijimos que algún día teníamos que regresar. En una 4×4. Para ver el paisaje. Sin trance ni susto contenido. Para tomar más fotos. Nos reímos. Nos abrazamos. Estábamos tan agotados y tan contentos.
15:25 horas
3838 m.s.n.m.
Llegamos a Villa Alota. Preguntamos por una gomería para arreglar la llanta ponchada. Nos dijeron que fuéramos a San Cristóbal. Preguntamos a cuánto estaba San Cristóbal. Nos dijeron, claro, que a una hora.
16:30 horas
3775 m.s.n.m.
Llegamos al pueblo de San Cristóbal. Encontramos una gomería. Arreglaron la llanta ponchada.
18:45 horas
3650 m.s.n.m.
Llegamos Uyuni.
19:25 horas
Encontramos hotel.
19:40 horas
Nos bañamos.
20:30 horas
Estábamos dormidos.
Fueron 59 horas.