Se respiran nuevos aires en el Centro Cultural Gabriela Mistral, reinaugurado después de poco menos de cuarenta años, en los que el edificio pasó por un golpe de estado infame, una dictadura atroz y un incendio violento. No cabe duda, la cultura es también, un ejercicio de sanación.
Llegamos muertos de hambre, nos sentamos en la barra de la legendaria Fuente Alemana y nos comimos , cada uno, un lomo con todo. Delicioso, enorme y con muchísima palta. Y nosotros que pensábamos que en México se come mucho aguacate. Acá es un amor apasionado por la palta.
Caminando por las calles del Barrio Yungay, el Barrio Brasil y el Barrio Bellavista, en Santiago. Ojos que observan desde la locura de sus muros apropiados.