Caminando por el alucinante valle de Cocora, nos metimos adentro de una nube.
La línea separa el hemisferio Norte del hemisferio Sur. Estamos en la mitad del mundo.
En el pueblo de Baños, yendo de los Andes al Amazonas, frente a la Basílica de la Vírgen del Rosario de Agua Santa. Llegamos a Ecuador.
Después de tantas montañas y tantos incas y tanta ropa, llegamos a destaparnos al desierto que acompaña a la costa, a la ciudad de adobe de Chan Chan, que en lengua Chimú, quiere decir Sol Sol.
En la cima de Huayna Picchu. Machu Picchu está allá abajo.