El Imperio Incaico abarcó casi 2 millones de km² entre el océano Pacífico y la selva amazónica, desde San Juan del Pasto (actualmente Colombia) en el norte hasta el río Maule (Centro de Chile) en el sur, entre los siglos XV y XVI. Fue el dominio más extenso que tuvo cualquier Estado de la América precolombina.
Como se ve, los incas eran grandes estrategas y guerreros, pero no sólo eso; también eran domadores de montañas.
El sitio arqueológico de Moray está a 7 km del pueblo de Maras, en el Valle Sagrado.
Desde arriba, parece que fue un anfiteatro circular pero en realidad se trata de algo mucho más interesante y complejo. Los incas lo utilizaban como una especie de laboratorio de investigación agrícola que servía como modelo para la producción de toda la región y que les permitía sembrar a diferentes alturas del valle y las montañas que lo rodeaban ya que la disposición de sus andenes circulares da un gradiente de hasta 20 microclimas distintos.
Estos microclimas se distribuyen en sectores de cuatro niveles y cada sector tiene características microclimáticas propias. Las cuatro terrazas inferiores son más húmedas y tienen temperaturas del suelo más bajas porque la evaporación y transpiración del agua es mayor que en los niveles más altos. El suelo de las terrazas del siguiente sector tiene temperaturas promedio de 2º a 3 º C más altas y la temperatura en las terrazas más altas varía según la exposición solar en cada una de las estaciones del año.
En Moray se cultivaban hasta 250 tipos distintos de vegetales y se hacían experimentos de domesticación, aclimatación e hibridación de especies vegetales que fueron modificadas o adaptadas. Gracias a ello, actualmente se siguen produciendo más de 3000 especies distintas de papa y 35 variedades de maíz en el Valle Sagrado y en otras regiones de Perú.
La iglesia de Nuestra Señora de Monserrat en el pueblo de Chinchero, construida en la última mitad del siglo XVI utilizando como cimientos los muros de piedra labrada del palacio de Túpac Inca Yupanqui.
Saqsaywaman está dos km al norte de Cusco, que fue la capital del antiguo Imperio Inca. Se comenzó a construir durante el gobierno de Pachacútec, en el siglo XV y se terminó cincuenta años después, bajo el mandato de Huayna Cápac. Se cree que en su construcción participaron más de 20,000 personas y aun hoy en día cuesta trabajo entender cómo es que llevaron hasta el lugar piedras que miden hasta 9 metros de alto.
Se cree que el sitio funcionó como una fortaleza y como un centro ceremonial dedicado a Inti, el Dios del Sol.
Saqsaywaman es considerada una de las obras arquitectónicas más importantes del periodo incaico, pero actualmente se conserva poco más del 20% de la construcción original, porque durante la colonia y hasta mediados del siglo XX, las piedras de la misma se extraían del sitio y se utilizaban para la construcción de casas e iglesias en la ciudad de Cusco. De cualquier forma, el lugar realmente es imponente.
Piedras de 9 metros, acomodadas unas sobre otras.
Nosotros para dar escala.
Gala tomando el sol frente a las ruinas.
El agua es el elemento más importante en el cosmos andino. Es el principio dinámico que explica el movimiento, la circulación y las fuerzas del cambio.