La Salinera de Maras, en el Valle Sagrado, fue construida por el pueblo de los Chanpata, una cultura pre incaica, entre el 200 dC y el 900 dC. Se encuentra en un costado de la montaña Qaqawiñay y está conformada por unos 3000 pozos con un área promedio de 5 m².
Actualmente, la salinera todavía funciona durante la temporada seca gracias a un manantial natural de agua salada que se encuentra en su parte más alta. El agua corre naturalmente por pequeños canales que bajan por la montaña llenando los pozos. El proceso de evaporación dura más o menos un mes, dejando un volumen de sal sólida de 10 cm de alto. La sal es golpeada y granulada, recolectada, iodada y embolsada manualmente por casi 200 familias indígenas de la región, que la venden principalmente en los mercados de la zona.
Y por fin llegamos a la maravillosa ciudad del Cusco.