El Experience Music Project de Frank Gehry, en Seattle.
Viajando en ferry por los fiordos de Alaska, un año y tantas cosas después.
61689 km después llegamos al Círculo Polar.
Parecía que en Lethbridge no había mucho que hacer más que ver a Bibi y a Ro (razón mucho más que suficiente). A la mera hora, en los cuatro días que pasamos con ellos fuimos al Roller Derby, nos paramos debajo del puente de hierro más grande de Canadá, vimos con nuestros propios ojos como cuando un venado hace pipí en un lago, parece más un canguro, comimos t-bones y salmón a la plancha recién salidos del asador, jugamos golf (más bien, Ivan y Ro le pegaron a unas pelotas con unos palos de golf y luego jugaron golfito), comimos Poutine, un plato típico del munchies franco canadiense y jugamos con 10 perros amorosos. Bastante que hacer en Lethbrige a la mera hora, pero lo mejor fue hacerlo con ellos. Gracias tantas por recibirnos.