Cruzando la Pampa, casi llegando a la Patagonia. Y junto a nosotros, todo el polvo que baja del continente entero.
Pasamos la tarde en el Tigre meciéndonos entre la emoción y la placidez. Uno de esos días que se guardan para siempre.
Delta del Tigre
A veces, a la vida hay que torearla (y a veces, agarrarla por los cuernos).